Madrid

Con el dinero, bases objetivas

En los años que llevo trabajando en Planificación Financiera me encuentro con una de la gran pregunta que se le hace al cliente; ¿qué grado de aversión tiene usted al riesgo?

En una conversación, hace unos días, un “asesor financiero” desaconsejaba una inversión a una clienta porque no encajaba en su perfil. Cuando pregunté que era aquello que no encajaba, su respuesta fue contundente: “la conozco hace mucho tiempo y es una persona muy conservadora en sus planteamientos de inversión”.

Aconsejar un Plan Financiero a una persona en base a su carácter, más o menos conservador o agresivo, en base a su personalidad, en base a su signo del zodiaco, Géminis o Tauro, o en base a su nivel de miedo es tan absurdo como hacer una recomendación de salud a un enfermo en base a estos mismos parámetros.

A los virus, a las células cancerosas o a los subidones de colesterol no le importan ni tu estado de ánimo, ni tu carácter, al dinero tampoco.

El dinero funciona con parámetros en relación al factor tiempo, la diversificación, la promediación, el IPC o el tipo de interés. Así funciona. Tu estado de ánimo o tu personalidad no influye. Cuidado. Utiliza bases objetivas que sean lógicas para el dinero. Ganaras más y dormirás mejor.

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